martes, 28 de agosto de 2007

No quiero

Recuerdo la conversación del domingo y sonrío. Complicidad y un nuevo estado civil.

A pesar de ello creo que con mis miedos te cohíbo. Siento eso por lo menos. Tal vez es la manera en que cuidas lo que decís, o disfrazas tus intenciones. Puede ser que me equivoque también, pero considero que te inhibo. Y no quiero eso.

No quiero eso. Definitivamente no lo quiero. Quiero que seas vos. Que puedas fluir. De mis miedos me ocupo yo.

Mi miedo es mío y solo mío. Vos no tenés porque cargar con el. Voy a superarlo solo si lo enfrento, no si lo evito.
¿Me ayudas?

4 comentarios:

Muppets de Balcón dijo...

La forma de enfrentar el miedo es ignorándolo.
Beso

Gentleman dijo...

enfrentarlo!

Divan dijo...

Muppets de balcón,
Bienvenidos!
Ignorándolo no lo enfrentas, aunque si es un buen método para quitarle importancia ..no?

Gentleman,
Totalmente de acuerdo!

Saludos,

Anónimo dijo...

Miedos, ¿quién no los tiene? Y son tan propios, tan de uno. Lejos están de poder entrar en la luz de otra mirada.

Si tus miedos me cohíben. No sé. Puede ser. Pero también me cohíben los míos. En el fondo me parece que lo que da miedo es “el querer”. Siempre me acuerdo de esa canción de S.R que dice “que tu amor me enriquezca, haciéndome más pobre”.

Son como una propiedad privada que nos priva de ser nosotros.

Quizás con el tiempo y de cara al sol, uno pueda soltar esos cabos que atan y que impiden abrazar con libertad.

Los miedos, los tuyos, los míos, ahí están, marcando distancias. Mientras, seguimos caminando, deseando la cercanía...

Escuché al pasar ....

"No es importante cuanto vivas, sino como viviste el tiempo que te tocó vivir"