Vuelvo a casa después de un largo día de trabajo. Bah! Largo como todos los días de trabajo y un poco más corto que los últimos.
Subo al subte y me molesta el ruido. Me molesta el barullo general pero reparo en un sonido particular que me inquieta mas que el resto. Uno que me taladra la sien. Un ruido que me aturde y que se mete en mi cabeza. Ese que me avisa que las puertas se cerraran en breve. Ese que es demasiado largo para ser solo un aviso y se repite en todas y cada una de las eternas estaciones de la línea D.
Bajo del subte en la terminal y me paro en la escalera mecánica que me llevará hasta la avenida. Mas ruido. Bocinazos, motores de todo tipo, conversaciones, un avion que surca el cielo. Hasta el sonido del viento me molesta. Pareciera que solo yo lo percibo. La gente transita como si nada, como si en lugar de este caos, existiera silencio, paz, vacío. Yo en cambio debo tener la mejor cara de desencajada. Me fastidia este bochinche. Me fastidian todos los ruidos. Quiero llegar a mi casa! Como si tuviera garantizado que allí no habrá sonido alguno.
Subo al colectivo. El murmullo de la gente que conversa, el ruido del motor del vehículo, la puerta que se abre y se cierra, un celular que suena reiteradas veces, la maquina de boletos. Evidentemente mi cabeza ya tiene suficiente trabajo con el ruido de mis pensamientos. Podré apagarlos aunque sea un rato?
Subo al subte y me molesta el ruido. Me molesta el barullo general pero reparo en un sonido particular que me inquieta mas que el resto. Uno que me taladra la sien. Un ruido que me aturde y que se mete en mi cabeza. Ese que me avisa que las puertas se cerraran en breve. Ese que es demasiado largo para ser solo un aviso y se repite en todas y cada una de las eternas estaciones de la línea D.
Bajo del subte en la terminal y me paro en la escalera mecánica que me llevará hasta la avenida. Mas ruido. Bocinazos, motores de todo tipo, conversaciones, un avion que surca el cielo. Hasta el sonido del viento me molesta. Pareciera que solo yo lo percibo. La gente transita como si nada, como si en lugar de este caos, existiera silencio, paz, vacío. Yo en cambio debo tener la mejor cara de desencajada. Me fastidia este bochinche. Me fastidian todos los ruidos. Quiero llegar a mi casa! Como si tuviera garantizado que allí no habrá sonido alguno.
Subo al colectivo. El murmullo de la gente que conversa, el ruido del motor del vehículo, la puerta que se abre y se cierra, un celular que suena reiteradas veces, la maquina de boletos. Evidentemente mi cabeza ya tiene suficiente trabajo con el ruido de mis pensamientos. Podré apagarlos aunque sea un rato?
4 comentarios:
La capacidad craneana tiene forma "redonda" para permitir a nuestras ideas cambiar de dirección, el ruido es una bendición en el país de los sordos!.....deberías usar protectores auditivos!.
Antonio
Pd: En esas mañanas grises donde el mustio invade,es una opción pragmática buscar la tan ansiada anagnórisis a través de cualquier ruido....disfruta del ruido mujer!!!
Me encantó la frase que pusiste arriba.
Besi.
Y ahi va el mail...
Adhiero a esa sensación!
A veces, me es difícil apagarlos, y necesito mi ritual: música, velas, burbujas y vinito!
BEsos!
ME encanta el blog!
Antonio:
Tal vez implemento el tema de los protectores auditivos ... en esos días creo que seria muy util.
JC:
Gracias por pasar y escribir. Esa frase la tengo siempre presente.
Marypoppins:
Buen método, pero no tengo paciencia. Yo lo paso todo a papel ..escribo y de esa manera trato de sacar todos los pensamientos de mi cabeza. A veces lo logro y todo ...
Besos y sigan visitandome! Me gusta!
Publicar un comentario