No me prestó atención en toda la noche. A decir verdad, en varias ocasiones se acercó a mí para ver como estaba y si la estaba pasando bien, pero tengo esa tendencia a exagerar las cosas un poco.
Yo charlaba y me movía eléctricamente. Llevando y trayendo cosas de aquí y para allá, como si estuviera en mi propia casa. La verdad es que no lo era, tampoco de él. Era solo un huésped allí, un inquilino.
Sin embargo, y para mi sorpresa, cuando la gente comenzaba a marcharse se acercó a mí, e interrumpiendo mi juego, pidió que nos sacaran una foto. Me tomo por la cintura y acercó su cabeza a la mía.
Cualquiera que nos viera en aquel momento hubiera dicho que éramos algo mas que lo que en realidad éramos.
Tomó mi cintura y acercó mi cuerpo al suyo. Lo sentí cerca. Si hubiera leído su mente en ese momento, hubiera dicho que estaba feliz de encontrar un hombro donde apoyar su cabeza luego de tanto vivido. Que había encontrado donde descansar, alguien en quien apoyarse.
Sacó la foto en un solo movimiento, el mismo con el que se borró. Y así, como si nada, siguió con sus cosas. Charlando y sonriendo. Haciendo de buen anfitrión.
Espero que la foto se vuelva a repetir y que esta vez no sea yo quien lea su mente, sino sus labios que lo pronuncien.
Yo charlaba y me movía eléctricamente. Llevando y trayendo cosas de aquí y para allá, como si estuviera en mi propia casa. La verdad es que no lo era, tampoco de él. Era solo un huésped allí, un inquilino.
Sin embargo, y para mi sorpresa, cuando la gente comenzaba a marcharse se acercó a mí, e interrumpiendo mi juego, pidió que nos sacaran una foto. Me tomo por la cintura y acercó su cabeza a la mía.
Cualquiera que nos viera en aquel momento hubiera dicho que éramos algo mas que lo que en realidad éramos.
Tomó mi cintura y acercó mi cuerpo al suyo. Lo sentí cerca. Si hubiera leído su mente en ese momento, hubiera dicho que estaba feliz de encontrar un hombro donde apoyar su cabeza luego de tanto vivido. Que había encontrado donde descansar, alguien en quien apoyarse.
Sacó la foto en un solo movimiento, el mismo con el que se borró. Y así, como si nada, siguió con sus cosas. Charlando y sonriendo. Haciendo de buen anfitrión.
Espero que la foto se vuelva a repetir y que esta vez no sea yo quien lea su mente, sino sus labios que lo pronuncien.
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