Camino y veo a mi izquierda un campo minado. Cuerpos que yacen sobre el suelo como bombas. Son hombres y mujeres que descansan sobre el cesped de una plaza muy transitada en Buenos Aires. El sol se esconde entre las nubes y el viento se cuele por entre sus ropas. Son distintas razones las que han llevan a que cada uno haya terminado acá y mi mente divaga e imagina cada una de estas razones. Las razones entran y salen de mi cabeza, se chocan y arremolinan.
Bajo un escalón más y sigo descendiendo por la escalera. Ultimo escalon y el campo minado queda atrás. Ahora frente a mis ojos otro campo, ésta vez uno de batalla.
2 comentarios:
La verdadera batalla esta dia a dia, siempre frente a tus ojos.
Ud lo ha dicho sra.
Espero verla pronto!
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