Un sahumerio prendido. Luz tenue. Las cortinas cerradas y música suave. Alguna melodía lenta a volumen bajo. Dejar los sonidos externos y los internos también. Apagar la cabeza y tratar de no pensar. Difícil, pero lo intento.
Dejarte fluir. Sentir todas y cada una de las partes del cuerpo. Relajarse. Simplemente cerrar los ojos y volar lejos de aca.
4 comentarios:
El post es una agradable vista panorámica al sarcasmo utópico de ser diplomada en yoga urbana!... los sonidos son eternos, jamas se extinguen y en la explosión del silencio se nota el reflexionar de los mimos. Los sahumerios (made in india) son manufacturados con cenizas recalcitrantes de herejes muertos a palos por policías de Bombay.
Antonio
Pd: Para volar no es absolutamente necesario buscar enlaces subjetivos por intermedio de la música...el volar es tan simple y exquisito como desgustar papitas pringles y saborear un cerveza Corona, tenuemente "acaramelada" con una rodaja de limón...
Y respirar profuuuuuuuundo y sentir la vida en amarillo entrar a tu alma... siiiiiiii, conozco la sensación...
Gracias por pasar por mi blog, Divan y por lo que me pusiste! Te agregué a blogs que visito.
Besos!
Lulú.
Antonio,
Gracias por estar! Adhiero a las papitas y la cerveza, pero si es en un lugar lleno de gente, me tensa y mucho. Prefiero unos licores en casa o tirarme en el pasto a mirar el cielo ... necesito de esa paz, de ese no pensar, de ese no hablar ...por mas que el sonido nunca cese.
Pumplafiz!,
No puse respirar profundo? Se me paso ... respirar profundo y sentir como se inflan los pulmones y luego se vacian y convierten en nada.
Rubia lulù,
Gracias por pasar! Espero que lo hayas disfrutado.
Volve cuando quieras!
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